
Es la dimensión en la que se crea y se utiliza el dinero, y más: es la propia vida.
Pero, el tiempo no se puede comprar. No sólo en el terreno laboral. No se puede comprar el tiempo para estar con la familia, o los amigos, o para cultivarse internamente.
Sea cual sea su fortuna personal, no podrá comprar un minuto más del tiempo que tengo yo, o del que tiene el gato echado en la cama.
Todos tenemos la misma...