Qué es Carnaval

El carnaval es una de las festividades que tiene ramificaciones ancestrales; posiblemente desde mucho antes que los romanos celebraran sus denominadas “Saturnales Romanas”, que era un tipo de festividad carnavalesca en honor a Saturno, durante la cual reinaba el desorden y la libertad al grado más extremo. Esta celebración fue prohibida posteriormente, con la conversión del imperio al cristianismo. Otros datos apuntan a épocas 4000 años atrás, en Babilonia; donde se veneraba a “Marduk”, dios fundador de esa legendaria ciudad, en el colosal templo que lindaba con los famosos jardines colgantes, una de las Maravillas del Mundo.



Durante 5 días, al inicio de cada primavera, en aquel santuario se efectuaban las primeras celebraciones. Como parte de la tradición de estas festividades, se hacía mofa de las leyes, ridiculizando a la justicia. Los sirvientes eran quienes daban las órdenes a sus amos. A los delincuentes, se les concedía el poder disfrutar de tratos especiales como: ser atendidos con exquisitos manjares; poder vestir las prendas del monarca y cortejar a las esposas del harem. De entre ellos se escogía a un Rey. Pero al ocaso del quinto día, todas esas prerrogativas terminaban y ese “falso rey” castigado y condenado a muerte. Con ella, el pueblo se limpiaba de culpas. Era una forma de expiar todos sus pecados e impureza de espíritu. Así, el verdadero monarca iniciaba un nuevo periodo de su reinado, limpio y reconciliado con los dioses.

Algunos estudiosos creen que la etimología de “carnaval”, proviene de las palabras italianas “carne” y “vale”, que significa “carne a Dios”(*). Ello indicaría el libertinaje al que se entregaban los romanos en sus días carnavalescos. Otro origen, se refiere a las fiestas en honor a Baco, el Dios del vino o posiblemente las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. Igualmente, según otros historiadores, sería Sumeria, la cuna del carnaval.

La Iglesia católica también participó de estas festividades. En Francia, los clérigos inferiores, practicaban obscenidades y elegían de entre los bufones, a un Obispo; quien era sentado en el trono episcopal de la iglesia. De alli, se iniciaba la misa cantada. Los clérigos lo hacían con la cara tiznada o con máscaras. Las mujeres y algunos sacerdotes, se disfrazaban de bailarines. Otros comían sobre los altares o practicaba juegos de azahar en presencia del cura que pronunciaba la misa. También hubo quienes se paseaban quemando trapos viejos, simulando incienzo. Al concluir la misa, muchos danzaban desnudos en el recinto sagrado. Al salir de allí, gran parte de la comitiva, abordaba carretas llenas de basura, desde las que se divertían lanzándola a la gente que los rodeaba.

Algunas de las costumbres carnavalescas, llegaron hasta América, con los navegantes españoles y portugueses que nos colonizaron a partir del siglo XV. Ellos trajeron la costumbre española existente durante el reinado de los Reyes Católicos, de disfrazarse en determinados días, celebrando bromas en lugares públicos. Otra posible etimología, del término carnaval, podría derivarse del latín medioeval "carnelevarium", que significaba "quitar la carne"; que implicaba la prohibición religiosa del consumo de carne durante los cuarenta días que dura la cuaresma; lapso de tiempo que se iniciaba inmediatamente después del “Miércoles de Ceniza”.

Alemania, inicia sus fiestas de carnaval el 11 del 11 a las 11 horas 11 minutos. Otros, lo hacen cuando termina la Epifanía, el 6 de enero. En Italia, es tradicional comenzar el jueves anterior al Miércoles de Ceniza, por lo cual toma el nombre de Jueves Graso. En otros países en los que el Carnaval, representa una celebración muy popular, sin mayor influecia religiosa, se realizan los festejos los fines de semana del mes de febrero y a veces el primer fin de semana de marzo.

Estas celebraciones, fueron heredadas a través de los siglos, no sólo por todos los pueblos que fueron conquistados por esta civilización, sino por todos los que de una u otra forma tuvieron algún tipo de relación durante aquellas épocas medioevales.

Hasta hace una cuantas décadas, se celebraba el Miércoles de Ceniza, día que culminaba con el entierro o la quema de un muñeco. El llamado “Rey del Carnaval” o rey “Momo”, era quemado y vuelto cenizas, como punto final a la celebración. Era una forma de quemar a través de aquel inerte muñeco, las acciones pecaminosas ofrecidas en el transcurso de dicha celebración.

La costumbre de usar máscaras, que se cree tuvo orígenes religiosos y espirituales, derivados del culto a los muertos; fue precisamente para que quienes los usaban pasasen desapercibidos.

En 1523, Carlos I decretó la prohibición de las máscaras; pero años más tarde, Felipe IV, restauró nuevamente su uso. Esta costumbre ha permanecido hasta nuestros días, aun cuando no con el sentido de antaño.

El desorden y desenfreno que ocurría en estos días, motivaron al Papa Carlos V, para que en el año 1525, prohibiera la celebración del carnaval. En 1916, Felipe V ratificó tal determinación.


En Francia los reyes Enrique III y IV, solían participar con el pueblo, recorriendo las calles enmascarados.

Los famosos carnavales de Florencia, Nápoles, Niza y Turín, se organizaban con el fin de atraer a los forasteros. En Milán aparecieron con el tiempo, los personajes principales de la farsa carnavalesca: el contrahecho "Arlequín", el romántico "Pierrot" y la coqueta "Colombina".

Es posible también que los carnavales representen el hecho de celebrar la finalización de una actividad o acción; como por ejemplo, el fin de una cosecha agrícola o el logro óptimo de un producto ganadero.

En el Perú, esta festividad tiene un matiz especial, en la que se entremezcla lo natural, con lo sobrenatural; lo religioso con lo pagano; lo terrenal con lo cósmico. Sus orígenes en los pueblos de la antigüedad, provienen de una mezcla de festividades y ritos en honor a la tierra, los animales y plantas. Eran amantes de la naturaleza, a la que consideraban como una divinidad. De tal forma, cada pueblo fue desarrollando su propia identidad y forma de expresarla.

Actualmente la celebración de los carnavales en algunas ciudades del Perú, se ha reducido al juego de mojar con agua a cualquier persona que vaya por las calles. Y en provincias del interior del país como Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Jauja, Junín o Puno, los carnavales se celebran con grandes festividades, corsos, reinados, bailes y desfiles. Iquitos, celebra su "Carnaval Amazónico". Cerro de Pasco, su "Festival del Carnaval y de la Muliza Cerreña".

El "Carnaval Negro Cerro Azul", se realiza en el malecón de la ciudad del mismo nombre, en el departamento de Ica. Luego se elige entre candidatas de color, una reyna de belleza.

Chincha, celebra su "Carnaval Negro", en el distrito de El Carmen; durante el cual se realizan concursos de cajón, festejo, zapateo y el de "El Negro más Negro". En otros distritos se celebra la "Yunza Negra", así como también el "Festival Verano Negro", con la participación de grandes artistas del ritmo negroide.
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